El Sindicato de Trabajadoras de Comedores Escolares, SITRACOME, que agrupa a las trabajadoras de los comedores escolares viene dando una lucha desde hace más de 20 años por obtener condiciones de trabajo decente para estas servidoras. Para ello hemos realizado numerosas acciones legales y ejercido nuestro derecho a la huelga. Nuestras afiliadas son personas humildes, jefas de hogar y de escasos recursos económicos, por lo que muchas veces aceptamos trabajar en condiciones menores a las que establece el Código de Trabajo, sin merecerlo por ser trabajadoras del propio Estado.
Hoy venimos ante usted para hacerle una petición necesaria para nuestra calidad de vida. Entre las propuestas pendientes para las cocineras del MEP están: el respeto a nuestros derechos esenciales como trabajadoras, el salario mínimo, el pago de la seguridad social, la incorporación al régimen de Servicio Civil, conforme al artículo 192 de la Constitución Política y también al Régimen de Pensiones del Magisterio Nacional. Una jornada de 40 horas, vacaciones acordes con la actividad del Magisterio, capacitación especializada en materia de nutrición escolar y control de las cargas de trabajo, así como el pago de tiempo extraordinario y la ratificación del Convenio 189 y la recomendación 201 de la OIT.
La situación de las trabajadoras es muy diversa, según se trate de comedores escolares en escuelas unidocentes, o en grandes centros educativos. Lo cierto es que llevamos la carga de darle alimentación a toda la población estudiantil de escuelas y colegios, en condiciones de trabajo que violentan los compromisos internacionales adquiridos por Costa Rica.
Exigimos su intermediación ante el MEP, porque existiendo un voto de la Sala Constitucional y las partidas presupuestarias respectivas, no se nos contrata como empleadas regulares del Ministerio. Se hace una discriminación de nuestra condición de mujeres y trabajadoras, según el tipo de escuela en donde laboremos.
La práctica de los últimos años es trasladar esa responsabilidad a las Juntas de Educación y Administrativas, a las que se les envía una supuesta "subvención" que apenas alcanza para el salario mínimo, pero sin depositar lo correspondiente a las cuotas obrero-patronales y del Estado. Lo más grave es que muchas de las citadas Juntas contratan hasta dos cocineras con el salario mínimo y otras no pagan el salario mínimo ni la seguridad social. Esto no se justifica porque en el presupuesto nacional están las partidas para cubrir estos gastos.
La posición actual del MEP se ha manifestado mediante circulares a las Juntas de Educación y Administrativas, indicar que deben pagar la seguridad social. Esta resulta una actitud cínica puesto que muchas de ellas son muy pobres, entonces nos piden que nos auto-explotemos porque no hay dinero y por tanto, debemos aceptar las condiciones que se nos proponen. Esta posición resulta contraria a los derechos humanos y a la política de trabajo decente que usted propuso en la Conferencia de la OIT de junio pasado.
Tenemos la preocupación que nuestros problemas se están trasladando a otro de sus proyectos, en las que también trabajan mujeres en condiciones poco aceptables, como es la Red Nacional de Cuido.
Todas estas demandas están incorporadas al proyecto de Convención Colectiva SEC-SITRACOME-MEP, y por tanto, exigimos que interponga sus buenos oficios para que los funcionarios que han violentado el deber de probidad, al negar el trabajo decente, atiendan nuestras demandas.
Lucrecia Ruiz Robleto
Secretaria General SITRACOME
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