El Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Costarricense, SEC, responde a un campo pagado publicado por el Ministro de Educación, Leonardo Garnier el 5 de mayo, donde argumenta que los problemas generados por el cambio en el sistema de planillas, que causan que miles de trabajadores de la educación no reciban sus salarios, son el "costo inevitable de una reforma ambiciosa".
Don Leonardo: eso es falso. El desorden generado por la aplicación del sistema Integra2, era absolutamente evitable, pero no se asumió de manera previa, solamente por la ambición del Ministro saliente, y la ineficacia de su los subalternos en su cartera, que trataron de hacer en un mes, lo que nunca tuvieron la intención de haber realizado en los largos 8 años que Garnier lleva como Ministro de Educación.
El comunicado del Ministro está lleno de contradicciones y falacias, como lo estuvo toda su gestión. Afirma que el nuevo sistema es "sólido, ágil y eficiente" para luego contradecirse, afirmando que es imposible hacer cambios inmediatos a las planillas (lo que evidencia que no es ágil), asegurando que es un sistema eficiente (aunque tuvo que incluir dos planillas extraordinarias para tratar de solventar el problema, sin haberlo logrado siquiera) y afirmando que el nuevo programa es sólido (aún cuando el sistema de pagos no funcionó al 100% y cuando cientos de funcionarios denuncia que no puede consultar siquiera sus desgloses salariales).
La realidad que sufren miles de trabajadores de la educación es otra, y eso se reflejó en la asistencia masiva del magisterio a la marcha del lunes 5 de mayo de 2014, donde cientos y cientos de trabajadores expresaron su descontento, porque no han recibido sus salarios completos, o las sumas depositadas son ínfimas. Miente el Ministro Garnier al asegurar que las fallas fueron "relativamente mínimas", mientras que las organizaciones del magisterio hemos recibido más de 7000 denuncias por irregularidades en los pagos. Por supuesto, para Garnier, el sistema se puede calificar de confiable, porque sí ejecutó a tiempo de y forma completa el pago de sus salario como Ministro, y es de sospechar que él tampoco sufrirá problemas con el pago de la jugosa cesantía que recibirá tras haber ejercido esta cartera por 8 años.
Nadie insinúa que este cambio se haya aplicado a esta altura para afectar al futuro Gobierno. Decimos que nadie insinúa, porque no es necesario sugerir algo, que es un secreto a voces: la migración a la nueva planilla Integra2 va a causar, irremediablemente, que las nuevas autoridades el MEP tengan que asumir el Ministerio en medio del malestar insostenible de miles de trabajadores de la educación, mientras que don Leonardo se retira tranquilamente a su hogar. Como se dice popularmente, le embarrialó la cancha a la nueva Ministra. ¡Qué casualidad, que el cambio en el sistema de planillas no se haya ejecutado sino hasta pasada la segunda ronda electoral, tal vez con el objetivo de no embarrialarle la cancha al candidato hasta entonces oficialista!
Garnier estuvo 96 meses a la cabeza del Minsiterio de Educación, pero se esperó al último al mes para tratar de implementar un cambio. Lo hizo con el estilo propio de la administración Chinchilla, o sea, de forma improvisada y acelerada, sin importarles las consecuencias, y sacudiéndose de críticas cuando el pueblo les señala sus evidentes deslices. Pudieron haber dejado el sistema obsoleto un mes más, y permitir al nuevo gobierno que asumiera el cambio. Pero el Ministro Garnier, siempre ávido de propaganda que levante su imagen, seguro pensó que podría corregir este asunto a la carrera y así retirarse con su popularidad muy alta.
Esa ambición de la que él mismo habla le pasó una mala jugada a su ego. Pero las verdaderas consecuencias de su irresponsabilidad, las sufren los trabajadores del MEP por culpa de la irresponsabilidad del Ministro, ya que son ellos los que pagan los platos rotos, al tener que endeudarse porque no tienen salario, al no contar con suficiente dinero para comprar sus alimentos, pagar el transporte a su centro de trabajo, o atender siquiera las necesidades más elementales. Esto sólo tiene un nombre: es un delito. Un delito contra la vida, contras las familias, contra la dignidad de los trabajadores, y que rompe la regla elemental del trabajo, que es recibir un pago puntual y completo por las labores realizadas. Así, queda la ironía de que miles de trabajadores de la educación trabajan y no reciben su salario, mientras que el Ministro saliente recibe su salario a cambio de lo poco que trabaja.
Se preocupa el Ministro Garnier por las eventuales consecuencias negativas que la huelga acarrera a los estudiantes. Preguntese, don Leonardo, si no es ya de por sí muy negativo para un estudiante, saber que su maestro está yendo a trabajar frustado, con hambre, con deudas y apuros. Que ingrato favor le hacer a nuestro sistema educativo, al indisponer a miles de trabajadores que cada día han entregado lo mejor de sí, a la espera solamente de que les entreguen lo que merecen: su salario. Y ni hablar de las consecuencias negativas para miles de niñas y niños que talvez pasarán hambre en sus hogares, mientras Garnier se sacude las manos.
El Magisterio nacional mantendrá esta huelga hasta que el problema de pagos se resuelva. Lo que no es justo, es que el responsable de este delito, se retire a su hogar sin haber pagado las consecuencias de sus omisiones. Pero de esas injusticias, se hará cargo la historia.
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