Debido al conflicto generado por el ingreso del ejército nicaragüense en la Isla Calero, el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores de la Educación Costarricense, hace un llamado al Gobierno y a la sociedad civil, a defender la soberanía nacional por medios pacíficos, sin caer en provocaciones, ni generar el rechazo y la xenofobia contra nuestros hermanos nicaragüenses. Respaldamos los esfuerzos diplomáticos del Gobierno de la República, ante la Organización de Estados Americanos y la Corte Internacional de Justicia de La Haya.
Los medios pacíficos son los más adecuados para solucionar este conflicto, nunca la entrada de tropas extranjeras a territorio nacional, tal y como se contempló desde la Cancillería al considerar acogerse al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, idea que afortunadamente se rechazó.
En momentos en que nuestra soberanía es violentada, debemos conservar la calma, actuar con cautela y proteger la vida. Repudiamos a quienes aprovechan este hecho para incitar a la reinstauración del ejército, proscrito hace más de 60 años, ya que atentan contra el espíritu pacifista y responden a intereses oscuros para la región.
No queda duda sobre la pertenencia a Costa Rica de la región invadida. Así lo evidencian claramente los tratados fronterizos y laudos aceptados por ambas partes, que señalan que 3 millas después del Castillo, la tierra ubicada en la margen derecha del río San Juan es de Costa Rica. Condenamos los daños ambientales y el intento por abrir a la fuerza un canal para desviar las aguas del río. El dragado era tema conocido por el Gobierno desde mucho tiempo, sin embargo, no ejerció mayores controles para evitar los daños ambientales e impedir la entrada de tropas nicaragüenses.
Lamentamos que algunos sectores de la sociedad civil y medios de comunicación, fomenten el rechazo hacia la población nicaragüense residente en nuestro país. Ellos no son los culpables de este conflicto. Nicaragua es el segundo país más pobre de América Latina, con altas tasas de migración hacia Costa Rica, en busca de mejores oportunidades de vida. Con su trabajo aportan millones de colones y numerosa mano de obra a la economía nacional.
Pedimos a cada costarricense que reflexionemos y detengamos los atropellos a su dignidad humana, a la xenofobia, sentimiento peligroso que conduce a cometer crímenes contra miles de seres humanos inocentes. La rechazamos de plano.
Confiamos en que este conflicto se resuelva de la manera más pronta posible, en especial por los efectos adversos que provoca en las poblaciones fronterizas, cuya vida cotidiana y actividades comerciales se ven afectadas por el diferendo.
Exhortamos al Gobierno de la República de Nicaragua, a retirar las tropas instaladas en la Isla Calero, como una muestra de buena voluntad y de respeto a la soberanía nacional.
No caigamos en provocaciones bélicas ni la xenofobia contra nuestros hermanos nicaragüenses.
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